o céu partido ao meio, no meio da tarde.

quarta-feira, 29 de junho de 2016

El exilio del deseo

Es que verte así, tan rojo y llamativo, me instiga. Sé que no puedo acercarme, sé que hay un no explícito y que el hecho de hacerlo me generará consecuencias gravísimas: el enojo de los pueblos, la detención de todos aquellos que parados se mueven, todos yendo al mismo lugar, ovejas somnolientas, concentradas en no concentrarse.

Quiero tocar ese botón de emergencia! Quiero llamar al conductor y decir que el peligro, en realidad, está en vos. Que tu alejamiento es nada más que un dispositivo para situaciones catastróficas.

Quiero mucho romper esa tapa que separa mi ser de tu plástico. Yo y toda esa gente que está con la boca a la altura de mi pene, como si esperaran sin deseo que alguien les introduzca algún pedazo de carne, un poco de vida. Toda esa gente conmigo muriéndose de ganas de apretarte. Mi anhelo trasborda sobre cada uno que miente, que finge que no te quiere pero que a cualquier balance brusco del tren, yo sé que saltaría impetuosamente para golpearte el vidrio.

Todos te quieren
pero sólo yo, con tu uso innecesario
podría sufrir graves consecuencias.
Tuve que aprender a la fuerza
que si te uso indebidamente,
seré multado.


F;

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