o céu partido ao meio, no meio da tarde.

terça-feira, 28 de junho de 2016

Niebla

De estos días en que el interior del pecho
mancha de gris las nubes.
Pero fijate que no hablo de tristeza. No.
Los días de no-sol no son tristes. Pero es como si ese planeta de fuego
llevase consigo la sonrisa.
Cómo si en el amarillo-naranja-rojo de su calor
quedase impregnado el rincón de las bocas,
entonces automaticamente no podemos mover nuestros lábios
y nuestras caras se quedan congeladas,
y nos vemos cómo estatuas:
nos miramos a través de ojos de mármol.

Ojo eh! Insisto que no es tristeza,
es falta de algo.
Es ese lugar del que todos hablan pero que nadie conoce.
Será eso? El deseo de lo desconocido?
Conocemos, nos llenamos y luego vacío.
Luego el sol de adentro se oculta, jugando a las escondidas,
llevando ese tono cálido que nos instiga a fruncir los cachetes
y a entrecerrar los ojos.

Y entonces eso. Hace falta que se vaya tanta luz.
Tanto destello y claridad tienen que irse en algun momento.
Porque con la estrella de fuego tan cerca
y nuestras intensidades
no somos capaces de ver
con los ojos
bien
abiertos.

F;

Nenhum comentário: