Y dejar que el verbo
me escupa la carne
agarrándose
de los dolores
moribundos
No, no quiero escribir!
Y armar la sentencia más profunda
que la oscuridad del país
donde el sol asqueroso
no tiene las agallas
de clarearnos la mente
y se esconde cobarde
en mis sombras
también cobardes
No!
No quiero la palabra energúmena
y descentralizada
que corrompe
en vez de
acariciarnos la idea
que arranca trozos
regurgitando el corazón
en sangre y duda.
No quiero intentar
el exorcismo idiota
de los impuros
de los ineptos
que abrazan maldiciones
como quien abraza a un
amigo.
No voy a escribir.
También por que sé
que las bestias no escriben
solo mastican conjugaciones
crudas
aliviando su monstruosidad
en el acto más estupido
de los seres humanos.
Soy la fiera
arañándome las vísceras
masticando lo de adentro
para esconderse del astro
que recordó
a su papel
y que viene
como un hijo mal nacido
a hechizarnos el cielo
enjaulando los demonios
por poco tiempo
hasta que todo recomience
en un eterno retorno
a carcomernos lo escrito
y lo hablado
porque la palabra
no tiene sentido.
F;
Um comentário:
O estranho cansa, mas não deixa de ser atraente o que vem de repente
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